Cuando la novia debe elegir unos zapatos para la boda, generalmente surge la duda entre preferir unos zapatos cómodos para poder aguantar sin problemas un día tan ajetreado o bien darle un toque de espectacularidad al evento y elegir unos zapatos con tacones. Si elegimos la opción de llevar zapatos planos, debemos asegurarnos de que sean cerrados con el fin de que sujeten mejor el pie y resulten más cómodos, aparte de que harán que conservemos mejor el equilibrio. Sin embargo, si preferimos pasar por la aventura de llevar tacones, es preferible que éstos no alcancen una altura de más de 3 centímetros.
Una buena medida es ir probando unas semanas antes a llevar los zapatos de tacón, con el fin de irnos acostumbrando a ellos, ya que no es aconsejable pasar de la noche a la mañana de unos zapatos planos a llevar un tacón alto. Debemos ir acostumbrando a los pies y al cuerpo a esa nueva altura.
Un pequeño pero importante detalle a tener en cuenta. Si has llevado durante el día o todo el tiempo de la boda unos zapatos de tacón, jamás debes quitártelos de golpe. Debes hacerlo progresivamente con el fin de que el pie, que ha estado acostumbrado durante un tiempo a una posición determinada se vaya acostumbrando poco a poco a un nuevo cambio. Más tarde, en cuanto puedas, es conveniente darse unos pequeños masajes en los pies para mejorar la circulación de la sangre y relajar los músculos.
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