La ropa debe elegirse en función del destino y la duración del viaje. Si vas a un lugar de invierno empaca menos prendas, pues son más pesadas. Si vas a la playa considera de dos a tres cambios por día.
Para ahorrar espacio, acomoda en el fondo de la maleta las prendas menos delicadas y estíralas lo más que puedas; coloca encima las mudas más finas y no olvides correr los cierres y abrochar los botones para que la ropa se arrugue menos. Envuelve las mudas más delicadas con papel de china blanco para que no se maltraten.
Guarda los zapatos en bolsas de plástico y distribúyelos en la base para que no aplasten el resto del equipaje cuando la maleta se encuentre en posición vertical.
No cargues jabones ni champú, ya que estos productos corren por cortesía de la gran mayoría de hoteles.
Cosas que no debes olvidar al hacer las maleta
Ropa interior suficiente para el numero de días.
Un par de tenis o zapatos cómodos, no sólo calzado con tacones altos. Siempre es bueno tener un plan “B” en caso de lastimarte un pie o cansarte en exceso. Eso si: trata de economizar en zapatos, ya que son los objetos más pesados.
Atuendos muy lindos y elegantes junto con prendas prácticas como jeans, pantalones oscuros y playeras. En ambos casos, prefiere prendas que posibiliten distintas combinaciones.
Varias pruebas de perfumes en vez de una botella grande, ya que esta última representa espacio y peso, además de que se evapora con facilidad.
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