¿Princesas? Sí, por supuesto. Muchas mujeres quieren sentirse como verdaderas princesas el día de su boda y así diseñan vestidos fastuosos, con telas finas, cristales bordados, tules y faldas voluminosas que recuerdan el vestido de Lady Di el día de su boda con el príncipe Carlos.
Todas tenemos una Cenicienta dentro y como la boda es el único momento de la vida en donde podemos darnos el lujo de vestirnos como la aristocracia hace en las galas.
Vestidos vaporosos, bellamente bordados, importantes, para novias que no temen caminar rumbo al altar ante el susurro de sus invitados y la mirada maravillada de su futuro esposo.
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