Las manos son, junto con la cara, lo que más hay que cuidar el día de la boda. En ellas se centrarán los objetivos de los fotógrafos cuando aparezca del brazo del padrino, al resaltar el ramo, al intercambiar los anillos o las arras, al estampar la firma en el contrato matrimonial, cuando descanse por fin en el brazo de su marido y al lucir la sortija de pedida. Ponerse en manos de un buen estilista para elegir el maquillaje y la peluquería resulta esencial. Una limpieza de cara unos días antes es lo aconsejable. Exfoliar, hidratar y relajar el cuerpo es recomendable, pero es igual de importante practicar una manicura y pedicura especial.
Como hemos dicho, el día de la boda las manos adquieren un gran protagonismo por lo que resulta aconsejable desde quince días antes llevar encima una crema de manos para aplicarla con frecuencia , descubrirás en que en pocos días adquieren un tacto de seda. Puedes elegir entre una manicura normal, una manicura francesa, uñas postizas o aprovechar alguno de los tratamientos que tienen para obtener unas manos de seda. Te recomendamos el de chocolate. Para que las manos y sobre todo las uñas estén perfectas, es mejor realizar el tratamiento el mismo día de la boda, pero como será prácticamente imposible, puedes comprar el mismo tono de esmalte que has elegido, y tenerlo a mano por si necesitas un retoque en el ultimo instante.
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