Es cierto que la era digital nos ha acercado un mundo de infinitas posibilidades pero también, como toda nueva etapa, su llegada ha dejado en desuso antiguas costumbres artesanales. Y no se trata de una competencia entre una y otra alternativa, sin embargo, mientras disfrutamos de las facilidades de la tecnología actual, podemos recuperar algún detalle de la vieja usanza para atesorar.
Precisamente esa es la intención del libro de firmas que suele incorporarse en las bodas u otros festejos importantes. La idea es hacer circular el libro o bien disponerlo en alguna mesa para que todos los invitados puedan tomarse unos minutos y regalarnos, además de su presencia, una dedicatoria, un deseo, una anécdota o cualquier mensaje que deseen plasmar como testimonio de ese gran día.
Mientras el festejo se desarrolle, el libro irá registrando las palabras de familiares y amigos sin que lo notemos, se irá construyendo un bonito recuerdo que podremos leer con nuestra pareja cuando ese gran día llegue a su fin. Por ello, aunque pueda sonar un tanto cursi, es una buena idea conseguir un bonito libro en el que podréis un prólogo alusivo para agradecer a vuestros invitados.
Además, un bonito detalle es personalizar el libro de manera artesanal incorporando entre las páginas en blanco algunas fotografías favoritas de la pareja Os aseguro que cuando pasen los años y encuentres en un cajón el libro de firmas de vuestra boda, notaréis que habrá merecido la pena incluir este simple detalle.
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